¿Quién se ha comido, mi subvención?
Puede que, el título, nos recuerde a un bestseller que se vendió muy bien hace años. Sin darnos cuenta, de que, en España, esto ya se está convirtiendo, en una costumbre, más bien, en una mala, práctica, que aceptamos y que, desde mi punto de vista, es corrupción, pura y dura. Y da igual, quien esté en el poder, verdes blancos o amarillos, aquí todos trincan, mientras, los curritos, no sabemos qué pensar, ante tanto robo, porque, conviene nombrar a las cosas por su nombre, así, quizás, las repudiemos y exijamos su, total, desaparición. Les cuento, hace años un conocido, educador social, cobraba un pastizal de una ong, que él y unos amigos habían creado. Es decir, llegaba la subvención, se cobraba el sueldazo y de lo que quedaba, se hacían cosas o no, si no quedaba nada. Ni antes, había control, ni, por desgracia, lo hay ahora. Cualquiera puede presentar un proyecto, para una organización, sin ánimo de lucro, o para una fundación, que si cumple los requisitos,...