BAJO MI PUNTO DE VISTA

          Pongamos que hablo de Dani, por supuesto no es su nombre verdadero, pero da igual. Hace tres años le otorgado la valoración más alta por su dependencia. Ahora, sin saber por qué, se la retiran y con ello la ayuda que conlleva. Empieza de nuevo el calvario para él y para sus padres, sabiendo que dejarán de darle a su hijo lo que necesita para llevar una vida más fácil, porque ellos solos no pueden con todo. Yo, a esto, le llamo inhumanidad en un grado que avergüenza. Tener un hijo con problemas es aceptar que toda tu vida girará en torno a él, que dejarás de hacer muchas cosas y que las que hagas serán en beneficio del más débil, para procurarle su bienestar.           Y con esto esperas y deseas que tu Gobierno esté sensibilizado, que trabaje en beneficio de quienes son "diferentes". Pero, por desgracia, te das cuenta de que no, de que han perdido el alma y solo miran por ellos y por sus intereses mientras despilfarran en fiestas, en

Metidos en la vorágine, porque eso es lo que son unas Elecciones, una jaula de grillos, un mercado donde se vocean propuestas y se promete el cielo. Algunos son viejos conocidos de otros años, engañaron al pueblo con bálsamos que lo curaban todo y que resultaron ser peor remedio que la enfermedad, el pueblo ya los conoce, otros entran por la otra esquina, pero su discurso, aunque diferente, no deja de ser el mismo, puesto que ya han empezado a vivir del cuento, o sea, de los ciudadanos, que a estas alturas de la película están sobradamente hartos. Y estamos los que no nos sentimos políticos, pero sabemos que hay que hacer algo y hemos dado un paso al frente, a sabiendas, de que los que ya están, los poderosos y los aprovechados nos negarán el pan y el agua. Ojala, la gente fuera capaz de distinguir el trigo de la paja, el populismo del sentido común, las promesas de las mentiras, pero habiendo necesidades grandes uno se agarra a un clavo ardiendo y hasta cierto punto,

  No son molinos, amigo Sancho, que son gigantes En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: –La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. –¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza. –Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. –Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino. –Bien parece –respondió don Qu

Un niño entra en el aula y mata al profesor. Se encienden todas las alarmas y con el pobre profesor de cuerpo presente empezamos a oír y a leer comentarios de todo tipo. Como siempre, los primeros en acudir o escribir son los carroñeros aquellos a los que el profesor y el niño les importan un bledo solo buscan su propio beneficio y sacar rédito de la noticia. Nunca podremos evitar estos casos, porque la mente humana cuando está bien es un prodigio, una maravilla pero cuando por algún motivo hay un cruce de neuronas el comportamiento humano, entonces, es impredecible. Que han fallado cosas, si, que ahora la culpa es de los padres, por no haber detectado la posibilidad de este comportamiento en su hijo, pues miren no lo sé y no quiero acusar a la ligera. Lo que está claro es que son casos aislados, afortunadamente, que los padres y profesores deben estar alertas ante cualquier comportamiento anómalo de sus hijos o estudiantes, que el, más vale prevenir que curar, sirve en tod

Tengo recuerdos de cuando los periodistas en España eran encarcelados por escribir la verdad. Poco a poco y no todos, se han ido apoltronando, sirviendo a todo menos a  la imparcialidad y la objetividad, presentar la noticia como es, sin adornos. El público quiere estar informado, lo que no quiere es que junto a la noticia el periodista de turno le diga como debe interpretarla. Asistimos a una decadencia de los medios de comunicación altamente politizados, donde ya nos es imposible distinguir aquello que realmente ha sucedido o está sucediendo. Necesitamos periodistas de raza, nuevos aires, gente dispuesta a INFORMAR aunque reciban presiones de los de "arriba". Hay varias cosas que deben de ser realmente imparciales entre ellas, la Justicia y el Periodismo. Como ciudadanos, debemos buscar aquellos medios que no se dejen comprar, que no obedezcan a oscuros intereses y nos muestren la realidad tal cual es, no como a ellos o a quienes están a sus espaldas les gu

Lu única idea que tengo clara sobre el trabajo son mis treinta años de "Vida Laboral". De lo demás, hablo como ciudadana española que soy y a la vista de como se están desarrollando los acontecimientos.   Primero decir una obviedad, que estamos en un mundo globalizado, que la economía es mundial y que cuando estornuda China, por ejemplo, los demás nos constipamos.   Por eso, ante una crisis tan brutal, los países pobres y España lo es, que han vivido por encima de sus posibilidades, todos, los ciudadanos y en particular nuestros sucesivos gobiernos, no han sabido reaccionar a tiempo y hemos sufrido la quiebra más absoluta.   A nadie se le escapa que se vivía del turismo y del ladrillo, el primero enfermó y parece que evoluciona favorablemente, el segundo falleció, así sin más, y harán falta muchos boca a boca para resucitarlo. Con él se llevó por delante sectores que cayeron uno detrás de otro como fichas de dominó. Lo que no se espera o alguien te niega r

Ser refugiado es un drama personal, significa que algo o alguien ha hecho que abandones tu casa. A partir de ahí con suerte podrás ir a otro país civilizado, entre comillas, en el peor de los casos te quedarás en campamentos construidos a toda prisa para albergar a miles y miles  de personas que huyen de las guerras y de la hambruna que asola sus países. Vivir en un campo de refugiados no es vivir, es sobrevivir, desear ver la luz del sol un día más aunque este sol sea abrasador y te queme la piel ya muy curtida en dolores y desgracias. Las mujeres sufren violaciones cuando salen de las tiendas para hacer sus necesidades, otra tragedia añadida a la que ya sufren o ven morir a sus hijos por falta de atención médica. Los organismos internacionales no saben, o me temo, no quieren arreglar esto, porque ¿cómo saber en qué país volverá a encenderse la mecha? esa mecha que hace que una familia coja sus tres pertenecías e inicie un camino de difícil o imposible retorno. El homb

              Es una bonita mañana, toca clase de mates, cada uno a su aula, como cada día desde que empezamos el curso. De repente, oímos ruidos extraños, unos hombres entran en el aula armados y nos obligan a salir, nos reúnen en el hall y empieza la ruleta rusa, porque eso es esto, una trágica y brutal ruleta rusa.   Uno a uno nos preguntan trozos del Corán, si no los sabes te disparan, delante de todos.   Muchos lloran, algunos se abrazan a otros temblando, otros intentan proteger con sus cuerpos a sus amigos. Ni siquiera sé de donde he sacado la valentía para mirar a los asesinos a los ojos cuando me han preguntado y he podido contestar , porque sí, soy musulmana, pero si serlo es ver como asesinan a sangre fría a mis compañeros cristianos, reniego ahora mismo de esta religión que engendra monstruos.   Me dejan salir pero llevo el pantalón manchado de sangre y el alma rota. No quiero mirar atrás, sé que si lo hago perderé la razón y no volveré a sonreí

¿Hasta qué punto nos asusta convivir con vecinos musulmanes, visto lo visto? Ni idea, la vieja Europa asiste atónita a un incremento de población que se declara musulmana y muchos ya han nacido aquí. Y ustedes dirán: "Hombre ser musulmán no significa, ser terrorista", toda la razón, pero resulta que los terroristas son musulmanes. Anclados en la Edad Media, sus prácticas están encaminadas al sometimiento más atroz a través del horror y el miedo. No respetan nada porque han sido ¿educados? en el odio más visceral cocido en la marmita de la ignorancia y alimentado por una religión que empezó respetando al ser humano y ha acabado aniquilándolo. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a defendernos de quienes tienen por bandera la muerte y no les importa morir en el intento? Pues por lo pronto, tomárnoslo en serio, ellos lo hacen y mucho. Reuniones ya y al más alto nivel, al menos, protegernos. Esta lacra no se erradica con las armas, aunque estas ahora sea