Entre el pesimismo y la esperanza, unas elecciones a cuatro bandas. Parece que todo va a tardar en llegar, pero aquí estamos a las puertas de unas elecciones automáticas y municipales donde la Comunidad Valenciana se juega cuatros años más de tripartito de izquierdas con todo lo que ello supone para las tres provincias. Hacer balance de estos casi cuatro años no es fácil si uno quiere ser objetivo porque ni todo es tan malo ni tan bueno como cualquier ciudadano pretendería. Vaya por delante que éste gobierno no me ha representado nunca y aún así haciendo honor a la verdad iré desgranando hasta donde yo sé, sus actuaciones en todo éste tiempo. Cuando hablamos en Valencia, Castellón y Alicante de gobiernos de izquierdas nos vamos invariablemente a un catalanismo que marca todas las decisiones tomadas y que hace que muchos nos preguntemos ¿cómo es posible estar sometido al amo del norte catalán sin sentirse traidor a la patria valenciana? Algunos no...