SOLA ANTE EL ABORTO
Cuando una adolescente llega a los servicios sociales embaraza y no está acompañada de sus padres la primera pregunta tiene que ser ¿por qué? posiblemente, la relación con ellos esté rota a pesar de vivir en la misma casa, por tanto ¿no habría, primero que trabajar en ello?
Si una niña, porque no olvidemos, que eso es lo que son, no puede en confianza decirles a sus padres que está embarazada, el primer problema es este y debería solucionarse con una intervención multidisciplinar.
Dicho esto, comentar que abortar no es ir de discoteca, aunque lo hayas engendrado allí, que es una decisión muy dura y que no debe tomarse a la ligera, porque en la conciencia de la niña sí existe la idea de estar matando a un ser humano. ¿La vamos a dejar sola con esa sensación y miedo?
El aborto y me lo habréis leído siempre, debe de ser la última opción cuando las demás sean inviables. Quienes recogen la primera visita de esta adolescente asustada tienen que tener una sensibilidad especial, porque, posiblemente, en casa haya un miedo atroz a decirlo, por tanto, quizás salvo el futuro padre y poco más sepan de la situación y a este equipo de profesionales le toca actuar el primero.
Ahora vamos con los padres ¿por qué tu hija es incapaz de confiar en ti y acudir a vosotros los primeros? Pues aquí hay tantas causas como familias, por ejemplo padre o madre dominante, al que le importa más el que dirán, padres brutales que pegan a sus hijos y por tanto el miedo a decirlo es altísimo. Padres impotentes ante el cuidado de sus hijos, estos no los tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones, más bien los deprecian.
Y así podríamos seguir y cada casa nos resultaría un mundo. Pero volvamos a la protagonista, a la adolescente que comprueba que está embarazada.
Todo su mundo se desmorona, hay que actuar ¿pero cómo? las amigas si las hay, son las primeras en entrar a opinar y quizás el futuro padre, aunque esto depende. ¿Qué hacemos? Cada mujer reacciona al embarazo de una forma, aún siendo una niña camino de hacerse mujer, los estados son los mismos, miedo, preocupación, indiferencia, ganas de ser madre, necesidad de abortar....
Por lo que hay que tomar decisiones y pronto. Si la adolescente tiene confianza con sus padres la noticia se convierte en familiar y es en el seno de la familia donde se toma la decisión más acertada o la que todos deciden, aún a riesgo de equivocarse. Se ve así la adolescente arropada y la decisión será asumida por todos, acompañando y ayudando a la adolescente en todo momento.
Esta es la situación más beneficiosa para la niña. Pero si esa familia no existe o está tan desestructurada que es peor el remedio que la enfermedad, deben, entonces, tomar protagonismo los servicios sociales, como he comentado antes.
Y es aquí donde las sociedades avanzadas tienen que ofrecer los mecanismos adecuados para abordar el embarazo en su totalidad, desde ofrecer medios para que la futura madre tenga a su bebé y pueda criarlo a pesar de su familia, hasta proporcionarle la solución contraria con todas las garantías médicas y sanitarias.
Termino como siempre, no soy quien para decirle a nadie si quiere ser madre o no, pero me gustaría que antes de un aborto se agotaran todas las posibilidades, se explicaran los riesgos tanto psíquicos como físicos y las consecuencias en un futuro , porque no nos engañemos, ya es una vida y como tal hay que tratarla.
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