Religión ¿paz o castigo? valenciaoberta





En cualquier caso, falta de libertad y sumisión. Es evidente, que desde el inicio de los tiempos , el ser humano ha necesitado creer en un ser superior, amo y señor de la Creación, única manera, de canalizar todo aquello que se escapa a nuestro entendimiento.

Puede que cuando se emitían gruñidos o quizás un poquito después, tener una religión, estaba hasta bien, lo bueno y lo malo se confundían en ese batiburrillo que es, la cobardía humana. Pero hoy por hoy ¿es bueno tener una religión? Voy a intentar aclararlo, como persona, que solo cree en sus semejantes y en la bondad de algunos de ellos y la maldad de muchos otros, para con sus semejantes.

Hagamos un poquito de historia, al menos con las dos grandes religiones. Cristo y Mahoma, ambos, iluminados, los dos arrastrando masas de lo que ahora llamaríamos, parados, puesto que lo seguían allá donde fueran, mal comiendo y mal viviendo.

Pero los seres humanos necesitan de un líder, alguien que les enseñe el camino, hombre o mujer en quien confiar y a quien echar las culpas si algo sale mal.

El “Cristianismo” nos trajo el “Catolicismo” y se lio parda. Un buen día señores cuya limpieza exterior e interior dejaba mucho que desear, crearon la Iglesia Católica, ni que decir tiene, que, a partir de ese momento, sometieron a la plebe, que no sabia ni leer ni escribir, por tanto, fácil de manipular, a todo tipo de abusos y para ello ostentaron todos los poderes, el real y el eclesiástico. Su episodio más negro fue la Inquisición, una orgía de torturas y asesinatos en nombre de Dios, que dejó a la población temblando y sin ganas de pecar. O las Cruzadas, donde Dios, sin quererlo, fue el motivo de grandes masacres.

Pero esos tiempos oscuros pasaron, como todo en esta vida se evolucionó y así la Iglesia Católica ha llegado a nuestros días, con sus pros y sus contras, pero ya no se obliga a nadie a seguirla.
No pasa los mismo con el Islam, cuyo libro de cabecera El Corán, al igual que la Biblia, con su Antiguo Testamento está plagado de muerte y violencia.

¿Qué ha pasado pues para que una religión se haya modernizado, entre comillas, y los musulmanes sigan en la Edad Media, más o menos? Pues muy sencillo, en la religión católica, la mujer ha ido cogiendo peso, puede que no, a la vista de todos, pero sí, en los despachos o en las instituciones, aunque no lo veamos.

En cambio, en el Islam, la mujer es un cero a la izquierda, es una moneda de cambio, no existe, se la puede matar, sin demostrar su pecado, y al infiel aniquilarlo en nombre de Alá, es decir, esa violencia primigenia sigue latente, nadie se ha molestado en suprimirla y los hombres siguen marcando las leyes religiosas.

Por supuesto, que hay religiones, menos agresivas, como el Budismo o religiones que son patria, como el Judaísmo, pero en cualquiera de ellas, el hombre, aparca su libertad, para seguir unos dictámenes que él no ha creado.

Particularmente, pienso, en la necesidad de educar sin imponer, padres que ya inculcan su propia religión a sus hijos, sin pensar si, estos, de adultos, la querrán o no. Confiar en un Dios, Alá, llámesele como se quiera, es dejarlo todo en manos de quien no sabemos si existe, tampoco que no exista, por supuesto. Como me dicen algunos, cuando el tema sale en alguna tertulia.

Lo que quiero llegar a explicar hoy, es que, de momento, estamos solos, seres humanos viviendo en países distintos, a merced, muchas veces, de catástrofes naturales que nadie puede evitar, enfangados en guerras crueles que merman poblaciones, enfermedades que se llevan por delante aldeas enteras, accidentes que nadie espera y actuaciones humanas tan tremendas que nos dejan anonadados.

Visto así, podemos rezar, clamar al cielo en busca de respuesta, sin saber que la respuesta, está dentro de nosotros, en nuestra actitud hacia la vida, en las personas que elegimos para que nos acompañen en el camino, los seres humanos son nuestros dioses en la vida cotidiana, la familia, los amigos, la pareja.

No digo que ante la desesperación, encomendarse a Dios sea una salida, un bálsamo, ante lo que no podemos controlar, pero ojo con dejarnos llevar, por lo que hay detrás de algunas religiones.
Mantengamos el espíritu libre, la mente abierta y el corazón amante, no dejemos que nadie nos diga, si esto, está bien o mal, busquemos aquello que nos proporcione paz interior y si queremos creer en un Ser Superior, adelante, es nuestra decisión, pero libres.

Cuando evolucionemos a sociedades más avanzadas, las religiones irán perdiendo peso, o eso quiero pensar, los hombres y mujeres, se guiarán por razonamientos desnudos de toda duda y la Humanidad será más justa.

Pero aún falta mucho, por lo pronto, ahora llegará Mayo, mes de bodas y Comuniones, a disfrutar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

AMPARO BLAY ALABARTA

La verdad silenciada y encarcelada.

Acoged, acoged malditos.