Abrazos rotos.
Esperaba lo imposible, una señal, miraba el tiempo sin saber que siempre es relativo y se cansaba, una y otra vez vuelta a empezar ¿para qué? las noches eternas y el corazón loco.
¿Sentiría él lo mismo?
Pensaba mientras respondía a otros abrazos rotos.
Su ausencia, ése silencio cruel, de besos rojos.
Miraba esa luna inmensa y se columpiaba pensando en él noche tras noche.
Esperaré, te esperaré Amor gritaba al cielo sordo.
El aire le traía solo un eco mudo y solo.
Te quiero.
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