REFUGIADOS, SÍ, ASESNINOS, NO.
Refugiados, sí, asesinos
no.
De nuevo, muertos,
familias destruidas y velas en el suelo, parece que la vieja Europa,
acepta resignada, que le maten a sus hijos, todo, porque quienes
gobiernan, han abierto la mano, demasiado.
Los que aceptan, que
somos daños colaterales, de una política acomplejada, son los
irresponsables políticos, que padecemos, sobre todo, en Francia,
Alemania, Bélgica, España e Inglaterra.
Si ellos vienen avisando,
os mataremos, a vosotros y a vuestros hijos ¿por qué se les deja
entrar tan alegremente? Por pena y tratados internacionales, porque
huyen de un país, donde la guerra, ya dura demasiado y esta gente
sufre la atrocidad, de unos y de otros. Una vez convencidos, de que
acogerlos es la única solución, nos encontramos, con que hemos
dejado, entrar al enemigo, hasta la cocina, junto con mujeres, niños
y ancianos.
Miren Japón, ama tanto
sus tradiciones, que a los musulmanes los tiene a ralla. Con lo suyo,
no se juega, es el sentimiento de todo un pueblo y se protegen de
novedades extranjeras. Otros países también cerraron fronteras.
Pero esto, que pensamos muchas personas, no es “políticamente
correcto”, si lo expresas, te llaman de todo y mucha gente se
calla, para que no lo etiqueten. El silencio de los buenos, lo
llaman.
Claro que hay que ayudar
a los refugiados, pero a los que llegan agradecidos y no, a los que
vienen a matarnos, son cosas, totalmente, distintas y mientras
nuestros gobiernos, no sepan diferenciarlas, nosotros y nuestras
familias, correremos peligro.
Entre una derecha
acomplejada, porque no la llamen islamófoba y una izquierda, que
vive en los Mundos de Yupi, está el sentido común y la prudencia. Y
ello requiere, de medios humanos y materiales, en las fronteras,
para que no entren, como han entrado, tantos lobos solitarios.
Si, cada vez, que hay un
atentado, te cuentan que al sujeto, sujeta, lo tenían vigilado, te
preguntas ¿entonces por qué carajo ha atentado, si estaba vigilado?
Preguntas, que quedan sin respuesta, porque al pueblo, le cuentan lo
que quieren, nos engañan como a chinos y dejan que nos maten, sin
apenas derramar una lágrima, para eso sus familias y ellos, llevan
guardaespaldas.
No somos musulmanes,
venimos de una cultura cristiana y esto, que algunos obvian, es lo
que marca las diferencias. El progreso, quitarse de encima viejas
religiones, nos ha hecho libres, por tanto, retroceder, ni para
darnos impulso. Al menos, las mujeres europeas, no estamos
dispuestas, a desaparecer tras ropajes, confeccionados por mentes
calenturientas. Y creo, que hablo por muchas de ellas.
Si nos traen su religión
violenta y llena de odio ¿tenemos derecho a defendernos, a decir que
no los queremos cerca? Si y es un derecho de defensa, adquirido tras
años y años de democracia. Huyen de sus países, porque allí les
cortan la cabeza, lapidan por nada y no hay libertad y vienen aquí a
imponernos lo mismo, pues, no lo entiendo.
Claro que deben y pueden
integrarse, algunos, los moderados lo hacen, pero en países como
Francia, han construido guetos, en los que imponen su ley, mientras
el gobierno de turno, hace la vista gorda. Cuantas mujeres violadas,
maltratadas, tras esos muros, donde nadie se atreve a mirar.
Y ese es el peligro, que
mientras la mayoría de nosotras caminamos libres con la ropa que nos
da la gana, ellas sufren el machismo ancestral de sus hombres. Así
que no, si no van a respetarnos, no merecen respeto, que vivan en
países, con religión musulmana y aquí paz y después gloria, soy
demasiado mayor, para renunciar a mi libertad, me la he ganado a
pulso, muchas veces defendiendo a mujeres maltratadas, como ellas.
A nuestras autoridades,
les pido, que nos protejan y si para ello, hay que redoblar
esfuerzos, que lo hagan, no queremos que nos maten, aunque, visto, lo
visto, eso a ustedes, les trae al pario, seguirán diciendo, que son
casos aislados y se irán al campo, o la playa a disfrutar de su
familia, si, esa que aún sigue viva.
Veremos si somos capaces,
de salir a la calle un día, a decir que, refugiados, sí, asesinos
no.
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