Manadas y jueces, jueces y niño.

Vaya por delante que no cuestiono la sentencia en tanto en cuanto no soy juez y hay que dejar actuar a la Justicia, si queremos una separación real de poderes. Dicho esto, lo que paso a hacer es opinar, como mujer española y libre.

El nombre que utilizan estos sujetos, presagia que pocas cosas buenas pueden salir de ahí, como así indica el historial de estos “angelitos”, en manada el enemigo es más fácil de vencer y si es una niña de dieciocho años y bebida mucho mejor, porque no olvidemos que a esa edad, se es una cría, generalmente.

Puede que ella al principio estuviera orgullosa de que cinco tíos le hicieran caso, digo puede, porque no lo sé, pero de ahí a empujarla dentro de un portal y “violarla”, así lo considero, hay un mundo.

¿En ningún momento, a ninguno se le pasó por la cabeza dejarlo en una simple broma de mal gusto y acompañar a la chica al hotel, coche o donde fuera ¿a ninguno? Cinco tíos hechos y derechos perpetrando lo que no quisieran ni para madres, hermanas o amigas.

Esto indica que son unos salvajes y que los nueve años deberían bastarles para meditar sobre la condición humana, la suya por ejemplo.

Ahora bien, que ésta sentencia sea utilizada para que los partidos carroñeros de turno pongan el grito en el cielo, es lo que tiene delito, tanto el Psoe como Podemos y Ciudadanos al principio, se opusieron a la Cadena Perpetua, sí, yo la llamo así, sin adjetivos estúpidos y ahora se rasgan las vestiduras porque nueve años no son nada.

Los Pedros, Pablos y Albertos de éste mundo llevan el cinismo por bandera y hay que saber detectarlos a tiempo por el bien de la sociedad.

Por no hablar de las otras violaciones, entre ellas a una menor que perpetró un grupo de argelinos y que estos sujetos tan “valientes” no nombran no sea que sean tachados de todo, la doble vara de medir del Psoe y podemitas sobre todo, si lo hacen extranjeros o refugiados callamos como putas, esas agresiones no nos interesan, hipócritas grado excelso, nadie saldrá a manifestarse por esas mujeres o por las novias de los guardias civiles agredidas también, ni las feministas, ni esos grupos tan activos cuando quieren, nadie.

Si la ley está mal hecha, habrá que modificarla y si hay que endurecerla bien está, nadie nos librará de otra manada, eso es indudable, se seguirá violando y asesinando, porque hay malas bestias que no pueden estar sueltas, pero debemos protegernos contra ellos, si no pueden estar entre nosotros mejor encerrados para siempre, sin que ello sea utilizado rastreramente por ciertos políticos de pacotilla a los que las mujeres u hombres asesinados les importan un pepino, cunado luego vemos lo que defienden o no.

No quiero hacerlo largo, porque me queda otro asunto doloroso y muy, muy espinoso por cierto. Y es el del nene que se muere en público y lentamente. Mientras escribo estas lineas llega la noticia de su muerte, descanse en paz angelito. Pero la polémica sobre el tratamiento recibido coleará durante meses.

Vivimos en un mundo, donde parece que se premia la muerte en lugar de la vida, basta ver las campañas pro aborto que pululan por ahí, como si eso fuera lo cool, lo moderno y en medio de ésa vorágine un juez, decide que se le quite la respiración asistida a un bebé, para que no sufra, porque total se va a morir igual.

Siempre me llamó la atención como trataban los ingleses a su infancia, recuerden que fueron los últimos en eliminar los castigos físicos, bastante crueles, en las aulas. Por tanto, no me sorprendió la sentencia del juez.

Pero ¿quién es él para decidir que el nene no debía seguir luchando por respirar o que esos padres angustiados agotaran cualquier atisbo de esperanza por pequeña que ésta fuera? Si les pedimos responsabilidad a los padres, luego no podemos quitarles la toma de decisiones a no ser que sean unos degenerados o estén sacando rédito económico, como por desgracia ha ocurrido alguna vez, aunque creo que no es el caso.

Hubiera muerto igual, pero el mundo sería ahora un poquito más humano, sin haber visto como se le negaba el agua y el pan a un bebé por orden judicial.

Resumiendo, no quiero hacerlo largo, nos deshumanizamos a marchas forzadas, no somos capaces de empatizar, es decir ponernos en la piel del otro o caminar con sus mocasines, opinamos, nos enfadamos, pero no exigimos leyes humanas y justas y si lo hacemos es a destiempo, con prisas visceralmente y así es imposible.

Cinco energúmenos no pueden violar a una niña, ni un juez decirle a unos padres que ajo y agua que el nene se muere y es un gasto, o cambiamos eso o nos vamos directos al abismo más lúgubre. Cada uno que tome conciencia, yo ya la he tomado.