LA VIGA EN AJENO
Por qué vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro? A veces, nos encontramos sin querer haciendo aquello que días, meses o años atrás criticamos y nos entra un cierto rubor porque comprendemos lo ruines que podemos llegar a ser a poco que nos descuidemos.
Si lo trasladamos a la arena política el defecto crece hasta alcanzar cimas insospechadas. Corruptos lanzándose a la cara sus miserias sin ni siquiera pararse a pensar en lo que están diciendo o haciendo.
Nos preguntamos qué requisitos debe tener una persona en cuyas manos van a estar las vidas, si vidas, de millones de seres humanos, sus decisiones, sus errores marcarán nuestra cotidianidad y por ende nuestro futuro.
La respuesta es sencilla que sea honrado, cabal, que no derroche en tonterías nuestro dinero y que gobierne para todos. Por desgracia, en España no se cumplen ninguna de las premisas. No se es honrado, a los hechos me remito, se despilfarra porque en sus mentes acomplejadas "el dinero no tiene dueño" y vaya si lo tiene, todos y cada uno de los ciudadanos de un país y gobiernan para los suyos con la mirada puesta en las próximas elecciones la línea de su futuro. De lo de cabal ni hablamos.
Tardaremos en recuperarnos de los nefastos y corruptos gobiernos que hemos soportado desde hace más de treinta años y posiblemente dado que la memoria es muy corta y nuestros jóvenes no están por la labor de pedir cambios, estaremos condenados a tragar con carros y carretas muchos años venideros.
Es posible que sea una visión algo pesimista y un tanto desalentadora, no obstante las sociedades siguen adelante a pesar de pajas en ojo propio o vigas en ajenos, porque siempre, bajo mi punto de vista se avanza para bien o para mal seguimos marchando y las familias sacan adelante a sus hijos como se ha hecho siempre, como se ha hecho desde que el mundo es mundo.
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