SR.RAJOY

Señor Rajoy tengo cincuenta y cinco  años y estoy atónita, sí porque el nivel de corrupción de su partido no tiene parangón, ojo y no digo que sea el único, pero su partido es el que gobierna y por eso es más preocupante.

No es solo que usted nos mintiera para llegar al poder, es que lo hizo a conciencia sabiendo la podredumbre que ya empezaba a gangrenar un partido corrupto y mafioso y vendiéndonos, pobrecito, una herencia recibida.

Pero no le echo solo en cara sus mentiras, sino también la situación caótica en la que estamos inmersos gracias a sus tejemanejes con los partidos separatistas que amenazan con engullirnos cual monstruo de los cuentos infantiles.

Ha gestionado usted con miedo y mano temblorosa su mayoría absoluta que, siendo honesto, nos hubiera sacado ya de la crisis y estaríamos ocupando, de nuevo, el puesto que nos corresponde como gran Nación que fuimos y que deberíamos ser.

No sé que miedos son los suyos pero nos ha arrastrado a todos con ellos y ahora colgamos de un hilo a la espera de una caída que será dura y mortal.

No le voy a negar algunos aciertos, poca comida para un país hambriento de libertades y buen hacer. Quizás sea porque siguió usted Hojas de Ruta elaboradas por otros, otros con menos dedos de frente que usted y estos son los resultados.

Como me gustaría que esto fuera una carta, no voy a extenderme, sobre todo porque a usted y los suyos palabras como las mías les resbalan, saben que gobierne quien gobierne tienen el futuro asegurado, que no mirarán atrás porque hay demasiados cadáveres en el camino y que vivirán el resto de sus vidas pensando que hicieron lo que pudieron.

Bajo mi punto de vista, muchos de ustedes deberían engrosar las listas de las cárceles españolas, pero ¿sabe? solo soy una mujer adulta atónita.