EN LA CALLE, POBRES, ENDEUDADOS DE POR VIDA
"Han vivido por encima de sus posibilidades" ¿Quién de nosotros no ha escuchado e incluso ha lanzado al aire esta demoledora frase? Lo hacemos casi sin darnos cuenta porque somos egoístas, empatizamos poco o nada con el dolor ajeno y a veces, hasta nos alegramos. Somos así imperfectos y crueles.
Evidentemente, en tiempos de bonanza económica tendemos a gastar más de lo que la prudencia aconseja, sin darnos cuenta, alentados por los mercados, compramos y nos endeudamos. Hay trabajo y las facturas, así como la hipoteca, pueden pagarse, los abuelos ante tan buen panorama nos avalan con sus propiedades y todos vivimos felices.
Pero las crisis llegan y con ellas viene aparejado el drama. Se cierran empresas, uno de los dos se queda en paro y al poco tiempo el segundo componente de la pareja también. Deja de entrar dinero en la familia y sin esperanzas de futuro, de volver a encontrar trabajo, nuestro mundo se derrumba. Ya no se pueden pagar facturas, empezamos a deberle al banco y este quiere cobrar.
Hasta aquí nada que no sepamos ya del drama de miles y miles de familias en todo el mundo, aunque solo escribiré de lo que conozco, el miedo y la impotencia de muchos españoles por perder su casa y quedarse ellos y sus hijos y los abuelos en la calle.
Vaya por delante que se ha firmado un contrato libremente entre las partes y que si no pagas las cuotas hipotecarias tú incumples. En buena lógica el banco te exige el pago de las mismas. Pero no puedes hacerlo, este empieza un proceso en el que seguramente se quedará tu casa y la del avalista, venderá a la baja y seguirás debiendo toda la vida, Bajo mi punto de vista abusos permitidos, hasta ahora donde la dación en pago se hace necesaria para quitar una deuda que impedirá a los ex propietarios llevar una vida digna.
La PAH Valencia se ha manifestado este fin de semana para evitar el desahucio de decenas de familias que esperan con angustia la pérdida de sus casas.
Ahora se cumplen dos años del R.D.-Ley 27/12 donde se dictaba la paralización de los desahucios, con lo que, en estos momentos y sin garantías de prórroga, estamos como al principio.
Urge buscar soluciones, adaptadas a las nuevas circunstancias de quienes ya no pueden pagar aquello a lo que se comprometieron, El Estado dispone de viviendas vacías que podrían alquilarse a estas familias con escasos recursos, todo antes de tirarlos a la calle, sin ninguna otra opción. Porque debemos de proteger al débil frente al fuerte, evidentemente, el banco debe cobrar, pero sinceramente, no a toda costa y sin antes barajar todas y cada una de las posibilidades.
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