NOS DESHUMANIZAMOS
Pongamos que hablo de Dani, por supuesto no es su nombre verdadero, pero da igual. Hace tres años le otorgado la valoración más alta por su dependencia. Ahora, sin saber por qué, se la retiran y con ello la ayuda que conlleva. Empieza de nuevo el calvario para él y para sus padres, sabiendo que dejarán de darle a su hijo lo que necesita para llevar una vida más fácil, porque ellos solos no pueden con todo. Yo, a esto, le llamo inhumanidad en un grado que avergüenza. Tener un hijo con problemas es aceptar que toda tu vida girará en torno a él, que dejarás de hacer muchas cosas y que las que hagas serán en beneficio del más débil, para procurarle su bienestar. Y con esto esperas y deseas que tu Gobierno esté sensibilizado, que trabaje en beneficio de quienes son "diferentes". Pero, por desgracia, te das cuenta de que no, de que han perdido el alma y solo miran por ellos y por sus interese...