LOS MÁRTIRES DE KENIA

 

 

 

 

 

 

 

Es una bonita mañana, toca clase de mates, cada uno a su aula, como cada día desde que empezamos el curso. De repente, oímos ruidos extraños, unos hombres entran en el aula armados y nos obligan a salir, nos reúnen en el hall y empieza la ruleta rusa, porque eso es esto, una trágica y brutal ruleta rusa.

 

Uno a uno nos preguntan trozos del Corán, si no los sabes te disparan, delante de todos.

 

Muchos lloran, algunos se abrazan a otros temblando, otros intentan proteger con sus cuerpos a sus amigos. Ni siquiera sé de donde he sacado la valentía para mirar a los asesinos a los ojos cuando me han preguntado y he podido contestar , porque sí, soy musulmana, pero si serlo es ver como asesinan a sangre fría a mis compañeros cristianos, reniego ahora mismo de esta religión que engendra monstruos.

 

Me dejan salir pero llevo el pantalón manchado de sangre y el alma rota. No quiero mirar atrás, sé que si lo hago perderé la razón y no volveré a sonreír nunca, oigo gritos de los que se quedan atrás, esos gritos ya sé que van a acompañarme el resto de mis días.

 

Salgo, las fuerzas de seguridad me llevan casi en volandas, me protegen pero ¿y quién protege a quienes están siendo asesinados dentro?

 

Ni siquiera puedo llorar, en mi cabeza las voces de quienes suplican que no los maten retumban atronadoramente , pero no hay piedad para ellos, son cristianos, esa es su culpa,  su única culpa para los sanguinarios.

 

Quiero rezar, pero no me salen las palabras o quizás echo en cara a mi Dios este horror sin sentido, no es justo, nada de lo que acabo de vivir lo es, soy una estudiante, no entiendo de guerras ni de estados, eran mis compañeros y ahora.....ahora están muertos y yo quiero morir con ellos.

 

Al cabo de unas horas todo termina, mi vida ya no será la misma, yo no seré la  misma, han roto en pedazos nuestras esperanzas de futuro y yo los maldigo, ahora ya no tengo compañeros, solo mártires.

 

Sé que me va a faltar vida para llorarlos....descansen en paz.

 

A estos niños, porque eran niños, mi sentido homenaje.