NIÑOS ASESINOS



Un niño entra en el aula y mata al profesor. Se encienden todas las alarmas y con el pobre profesor de cuerpo presente empezamos a oír y a leer comentarios de todo tipo.

Como siempre, los primeros en acudir o escribir son los carroñeros aquellos a los que el profesor y el niño les importan un bledo solo buscan su propio beneficio y sacar rédito de la noticia.

Nunca podremos evitar estos casos, porque la mente humana cuando está bien es un prodigio, una maravilla pero cuando por algún motivo hay un cruce de neuronas el comportamiento humano, entonces, es impredecible.

Que han fallado cosas, si, que ahora la culpa es de los padres, por no haber detectado la posibilidad de este comportamiento en su hijo, pues miren no lo sé y no quiero acusar a la ligera.

Lo que está claro es que son casos aislados, afortunadamente, que los padres y profesores deben estar alertas ante cualquier comportamiento anómalo de sus hijos o estudiantes, que el, más vale prevenir que curar, sirve en todas las facetas de la vida.

Dicho esto queda saber qué va a pasar con el menor. ¿Es responsable de sus actos? creo que si, a esa edad se distingue perfectamente el bien del mal. ¿Está preparado nuestro sistema judicial para tratar estos casos puntuales sin crear alarma social? Con sinceridad, no.

Unos dirán que le pongan un psicólogo, otros recordando al profesor pedirán reformatorio con medidas duras y los restantes querrán que lo encierren en un psiquiátrico y que no salga.

Cada caso de agresiones, cuando se produce, requiere la intervención de un equipo multidisciplinar que analice y tome decisiones, habrá que ver qué grado de peligrosidad tiene este niño para seguir viviendo en sociedad y cual es la mejor opción tanto para él como para los demás.

Comentarios

  1. La educación es esa forma de perpetuar unas creencias corrosivas sin dotar a los niños de la capacidad de dilucidar lo que está bien y lo que está mal.

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