Pasión.










Era un contraste curioso, ella siempre se tumbaba, desnuda en la cama, mientras él, recorría su cuerpo, sin prisas, parando en cada recoveco, besando, trozos de piel, que se erizaban al roce de su lengua. Un minuto, una hora, no había tiempo, ellos se lo bebían, a ritmo de deseo

Comentarios

  1. Tremendamente sensual, escenificación perfectamente construida. Un regalo para la mente. Muy bonito.

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