A la zarpa la greña.

No es bueno, expresar lo que uno siente, en caliente, más o menos, eso, lo sabemos todos, por ello, he esperado que pasaran unas semanas, para poder hablar de los partidos valencianistas, desde la objetividad, que todo ser humano, debería practicar.

Pocos y mal avenidos, sin un líder, carismático, que los obligue a unirse, ante un adversario común, la falta de un gobierno, por y para nuestra Comunidad, que venimos padeciendo, desde hace ya, muchos años, demasiados.

Muchos, ya sabéis, que he tenido que dejar, la presidencia de Avant, partido que creé, junto con otras tres personas, porque, a su secretario general, le hacia sombra y eso, en mediocres, es fatal, puesto que, te persiguen hasta tirarte, como así ha sido, en psicología, se llama: “Matar al testigo”. Pero bueno, tampoco, habíamos avanzado tanto, como para que, ésta caza de brujas, me costara un gran disgusto. Allá cada cual, con su conciencia, yo, tengo que bregar sólo con la mía.

Al margen de ello, retomo el hilo de éste artículo, no viví a fondo, el valencianismo de capa y espada, de las “tías marías”, donde algunos valencianos, se dejaron la piel y casi la hacienda, he llegado tarde, aunque a tiempo, siempre hay tiempo para la lucha, por lo que uno creé y siente.

Por tanto, sólo hablaré de lo que conozco y amigos míos, no tiene buen aspecto. Cinco, o seis partidos, con un máximo, de veinte afiliados, a la zarpa la greña, todo el día, no pueden hacerle sombra, a los grandes partidos, PP, Psoe o Ciudadanos, ni siquiera a ése engendro, extraño, que es Compromís. A lo más que llegan, es a ser, un pequeño y molesto, grano en el culo.

Quizás, sea, porque la burguesía valenciana, siempre ha sido del PP, o del Psoe y jamás, valencianista y sin ése apoyo, no hay nada que hacer. O somos pro-meseta, o pro países, no hay un sentimiento nacionalista arraigado, ojo, que no se me malinterprete, un nacionalismo, de amor a lo nuestro y por tanto, de su defensa, frente a ladrones y cobardes.

Demasiados egos hinchados, ante un enemigo o enemigos, que saben muy bien, agitar a las masas, en su propio beneficio. Y que nos saben débiles y enfrentados, en peleas fratricidas. Muy mal panorama, pues, el que se nos presenta, de cara a 2019, fragmentar el voto, será ridículo y si nadie lo remedia, totalmente, inútil.

Queda la esperanza, de que en cualquier partido pequeño, surja aquella persona, hombre o mujer, que sepa arrastrar votos, pero dado lo cainita, de sus presidentes o secretarios generales, jamás dejarán, que esa persona, salga, antes nos hundimos todos, que reconocer, que ellos, no valen un pimiento.

Así que, aquellos, que ahora estamos huérfanos de partido, buscamos, algo, que nos convenza, donde podamos seguir luchando, por nuestra Patria Valenciana. No digo que sea tarea fácil, pero no imposible, es cuestión de no volverte a equivocar, de estar alerta, jamás estaremos a un cien por cien, pero con coincidir, con el ochenta por cien, me conformo.

Me consta, que hay personas muy válidas, en mi misma situación, esperando, reflexionando y que no cejan, en ésa lucha, sin cuartel, que es la defensa, de lo nuestro. Somos un pequeño ejército, que nos movemos en las trincheras, resistiendo, hasta que llegue, nuestra hora.

Mi consejo, que sé, que no seguirán, es cerrar, partiditos y crear una gran Coalición, que aglutine, a los miles y miles de ciudadanos, del Reino de Valencia, que quieren vivir en libertad, con paso firme. Se nos ha regalado, la mejor tierra del mundo, deberíamos, dejar los complejos en casa y salir a defenderla, por nuestros antepasados, por nosotros, porque somos valencianos y eso, para mí es un lujo.

“Cuando sientas, la soberbia de creerte, más que nadie, prueba a situarte bajo un cielo, lleno de estrellas y comprobarás, que no eres nadie, bajo él”