El adiós con sabor a despedida
No pienses nunca, que quise el adiós,
ni que me aparté de ti, por miedos insensatos.
Solo acepté tus pasos, alejándote de mí.
Me dejé llevar, asumí, no pregunté.
Te vi partir, en silencios, demasiado espesos.
No pienses, que quise ausencias dolorosas,
ni abrazos, no dados.
Me quedé huérfana de tus palabras.
Acunando, un amor prematuro.
No bastó, mi aliento, ni que tú,
te reflejaras en mi mirada.
Olvidaste el olor de mi piel, el sabor de mis besos,
la calidez de mi abrazo.
Cierro los ojos y rozo tus labios,
con mis dedos temblorosos.
No pienses nunca, que yo, quise decirte adiós
ni que me aparté de ti, por miedos insensatos.
Solo acepté tus pasos, alejándote de mí.
Me dejé llevar, asumí, no pregunté.
Te vi partir, en silencios, demasiado espesos.
No pienses, que quise ausencias dolorosas,
ni abrazos, no dados.
Me quedé huérfana de tus palabras.
Acunando, un amor prematuro.
No bastó, mi aliento, ni que tú,
te reflejaras en mi mirada.
Olvidaste el olor de mi piel, el sabor de mis besos,
la calidez de mi abrazo.
Cierro los ojos y rozo tus labios,
con mis dedos temblorosos.
No pienses nunca, que yo, quise decirte adiós
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