LA MISERIA Y SUS CONSECUENCIAS
Esta imagen nos produce varias reacciones, que un conciudadano tenga que buscar su alimento en la basura en pleno Siglo XXI, en España, se supone un país civilizado, donde todas las necesidades básicas deberían estar cubiertas por el Estado, nos produce malestar.
Vayamos por partes. ¿Quienes rebuscan en los contenedores, padres de familia que se han quedado ambos o uno de ellos en el paro? me parece poco probable ¿ancianos que viven solos? tampoco si los Servicios Sociales funcionan en su localidad correctamente. ¿Entonces, quienes nos quedan? Nos quedan transeúntes, es decir gente sin hogar.
Y también aquí hay que desmenuzar. Voy a hablar de Valencia porque es mi ciudad y sé de que va el tema.
La Casa de la Caridad de Valencia y otros albergues e instituciones hacen que no se quede sin comer nadie, ofreciendo menús completos y en el caso de la C de la C, una semana de pernoctación, eso si, ajustada a sus normas para que no hayan desmanes.
Bien, nos queda otro colectivo, aquellos que, aún teniendo casa, no entra ningún ingreso en ella, por tanto no hay comida ni se pueden pagar las facturas. Aquí debería entrar Cáritas, o sea la Iglesia Católica mal que les pese a muchos y los Bancos de Alimentos.
Ustedes dirán con mucho tino, pero no es suficiente, es verdad, no lo es, pero lo que trato de explicar aquí y espero que no se me mal interprete es que hay personas que o bien han perdido la cabeza y vagan sin rumbo o aquellos que se han acostumbrado a esa vida, cuya intención no es buscar ayuda, sino deambular por la ciudad, sin que nadie les obligue a nada.
Así que la próxima vez que vean a alguien buscar comida en un contenedor, les sugiero que se acerquen y que amablemente les pregunten ¿cual es su situación? y si pueden o saben los orienten hacia las posibles ayudas.
Todo esto, bajo mi punto de vista.
Comentarios
Publicar un comentario