¿TE QUISE? ¿ME QUISISTE?
¿Qué por qué te escribo ahora y no antes o
después? Porque la distancia coloca cada objeto, cada vivencia en su sitio, los
desnuda de florituras y nos los vuelve a servir sin acompañamiento.
De todo lo que vivimos tú y yo, si porque tú ocupaste
mis yos, cada noche, de madrugada, donde yo hablaba y tú escuchabas y así
fuiste conociéndome mientras que yo apenas sabía nada de ti.
Por eso tus mentiras fueron construyendo en
mi cabeza al hombre que no fuiste, que no eres y que ya no serás y del que me enamoré sin frenos,
sin coraza, sin pensar, a tumba abierta...
Todo se sucedía muy lento, porque tú marcabas
el compás, aún hoy lo marcas, solo que yo, lo vivo de otra manera. Se podría
decir que ya no me dueles y eso después de cuatro años o cinco, no sé, he
perdido la cuenta, es mucho decir.
Todavía si hoy hago recuento desde la
distancia, ganan más las mentiras, las medias verdades, ese miedo que yo intuía
en cada frase, en cada palabra de amor que no escribías, me hace pensar en
cuantas veces me engañaste, te engañaste, enredándote en sentimientos que ni tú
mismo sabías que sentías.
Hubiéramos sido felices, pero te negaste,
puede que tengas serios problemas para ser feliz o creas que no te lo mereces,
no sé, ni siquiera te conozco, cuando nos conocimos me hablaste de ausencias,
de muerte, de desolación y puede que sin saberlo quisiera hacer de madre y en
ese disloque de sentimientos, amalgama de penas, me perdiera en ti y tú en mí.
De nadie fue la culpa, no supimos amarnos o
lo hicimos pero sin ser conscientes. Da igual, el pasado no puede cambiarse eso
lo sabes hasta tú que, a veces, te haces el loco y cuelgas una canción
nostálgica donde el cantante dice que tuve yo la culpa por dejarte y cuando la
escucho sonrío y pienso, qué dos diferentes finales para un mismo drama.
En fin, nadie elige a quien amar, ni cuando,
pero si el como, el no hacerse daño y no hacérselo al otro, eso si se elije o
deberíamos.
Olvidarte es absurdo, aunque quisiera, mi
mente te busca en esos recónditos lugares en donde sabe que habitas, no es que te piense todos los días o tú te
acuerdes de mis besos de viento, apoyando mis labios en mi mano, que te
llegaban a través del ordenador y te daban esa vida que necesitabas.
Pero te siento distinto mientras me dejo
llevar por otros labios, otras manos, otro cuerpo que responde al mío con
idéntica pasión.
Ya no somos niños echando de menos nuestro
juguete preferido, se rompió y nuestros padres al no poder arreglarlo lo
tiraron a la basura con nocturnidad y luego se hicieron los locos, se ha
perdido, dijeron y tuvimos que acostumbrarnos a seguir sin él.
Por si te han quedado dudas, decirte, que te
amé hasta donde tú me permitiste, que por ti me habría diluido hasta perderme a
mí misma y que me ha costado mucho recomponer un corazón que rompiste en mil
pedazos, pero no, no te estoy echando la culpa amor mío, estoy repasando
etapas, momentos, dulzuras y sentimientos.
Espero, que todo esto sirva, para que
aprendamos, para que el próximo que se cruce en nuestros caminos reciba el
aprendizaje, sin malas vibraciones, porque sí, porque el Amor no hace daño, muy
al contrario nos libera de tanta inmundicia, de tanto desaliento y si algo hice
aunque mal, posiblemente, fue amarte a rabiar, te he robado la frase, así me
amaste tú o eso escribiste cuando ya lo que sentías por mí te estalló en las
manos o en el corazón, ese que casi se para un día y que te obligó a
replantearte muchas cosas.
Estamos en paz, tú con ella, yo con él, pero
cuando sale un día lluvioso, casi podríamos decir que triste, sin querer, sin
yo buscarlo, pienso en ti y siento que aún te amo, es mi cara y mi cruz…
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